Mirarte...

      Te miro sin mirarte, pues intento no verte. Estando de frente me niego a hacerlo, esquivo tu mirada y me desvio en la nada, me aferro a no sentir, a no saber a no buscar respuestas a preguntas que quizá ni siquiera quiero hacerme. Tal vez no quiero verte por miedo a que me rechaces, o tal vez no quiero sostenerte la mirada pues me da miedo que exista algo más entre tu y yo. Mirarnos sería quizás descubrir ese "algo" que no queremos descubrir por ser prohibido.


fernanda camáccio